Origen del término "Impresionismo":
Los pintores impresionistas no se definían a
ellos mismos bajo este apelativo. El término les fue impuesto de modo
peyorativo por el crítico Louis Leroy, al ver la obra de Monet Impresión
atardecer o Impresión sol naciente pintada en
1872 y expuesta en la exposición del 74. Al día siguiente de ésta,
parafraseando el título del cuadro para burlarse de él, Leroy bautizó el nuevo
movimiento: Al contemplar la obra pensé que mis anteojos estaban sucios,
¿qué representa esta tela?..., el cuadro no tenía derecho ni revés
..., ¡Impresión!, desde luego produce impresión..., el papel pintado en
estado embrionario está más hecho que esta marina. Así fue como el término
"Impresionismo" pasó a ser el nombre del movimiento del que luego el
propio Leroy se envanecería.
Provocaron un gran escándalo, proceso similar al
que experimentó Manet. El refinado publico del momento no estaba preparado para aceptar una
revolución como la que ellos proponían. Las burlas y duras críticas a que
fueron sometidos les llevarían a posteriori al éxito. Su máximo reconocimiento
se afianza ya entrado el siglo
XX.
Aunque
algunos historiadores dejan fuera de la clasificación de vanguardias al
Impresionismo, fue el primer movimiento que se rebeló contra los gustos que
imperaban en la época. En su caso, el Impresionismo no buscaba el rechazo del
público, sino que se olvidaba de la acogida que pudiera tener su trabajo, en
favor de una nueva manera de captar la realidad que tarde o temprano se
acabaría reconociendo, como así fue. El precursor de este movimiento fue Eduard
Manet. En su trabajo se puede apreciar el paso de la pintura tradicional al
modo de hacer impresionista. Con el paso del tiempo Manet recurre a pincelada
directa, con mucha carga, aunque nunca con tanta decisión como lo harían los
siguientes autores impresionistas, todos ellos estudiosos, admiradores e
influenciados por Manet. El grupo lo componía Degas, Renoir, Monet, Pizarro,
Sisley y Cezanne.
Tras
unos comienzos dubitativos y llenos de pruebas, el Impresionismo como tal nace
en una exposición celebrada en los salones del fotógrafo Nadar. Era una muestra
en la que participaban un total de treinta y nueve pintores, conscientes ya de
formar un grupo y de tener unos objetivos iguales que defender. En esta
exposición se encontraba una obra de Monet llamada Impresión, Sol naciente que,
burlonamente citada por un crítico dio nombre al grupo. Pone toda su atención
en captar la realidad, el instante, la impresión. Es una pintura de aire libre,
que se resuelve ante el motivo en cuestión. Dado que las condiciones lumínicas
de los paisajes cambian a cada segundo, requiere una pincelada rápida y directa,
que permita resolver una obra en pocos minutos. Es lo más parecido a la
fotografía instantánea hecha pintura. Interesa esa luz del amanecer, el reflejo
de la luz en un edificio en la caída del sol, la luz reflejada sobre el río a
medio día. Esa es la razón por la que las obras impresionistas dieron la
sensación, a final del siglo XIX, de ser obras inacabadas, imperfectas, y por
tanto, fueron despreciadas Acabada la época del desarrollo del Impresionismo, y
gracias a las nuevas tecnologías de impresión (especialmente influyente fue la
fotografía y el descubrimiento de la cuatricromía, que conseguía infinidad de
colores con la mezcla de los colores primarios), surge el Neoimpresionismo o
puntillismo, llevado a cabo fundamentalmente por dos autores, Georges Seurat y
Paul Signac. Aprenden la lección impresionista y la aplican de un modo más
científico, más controlado, mucho menos espontáneo y fresco.
La pincelada se hace corta, racional y estudiada. Fuera de estos dos
movimientos quedan tres autores, de obligada mención, como son Vincent Van
Gogh, Paul Gaugain y Henri de Toulouse-Lautrec. Se les dio el término
histórico-artístico de Postimpresionistas en una exposición celebrada en
Londres en 1910, pues, aunque su trabajo no es en absoluto semejante, les une el
hecho de haber comenzado su trabajo con el Impresionismo ya afianzado y
comienzan su andadura pictórica con un nuevo modo de hacer, en los tres casos
de manera muy personal e innovadora y de con una visión más subjetiva y
manipulada del mundo. Van Gogh transforma la pincelada impresionista en una con
más carga y muy ordenada, dando nuevas soluciones formales y cromáticas.
Gaugain fue un artista que reivindicó lo bidimensional y lo decorativo. Su
época en Taití, donde vivió los últimos años de su vida, es la más famosa. Ese
destino brindó a Gaugain los paisajes y los colores que buscaba.
Toulouse-Lautrec fue un gran ilustrador y se le considera el precursor del
cartel publicitario.
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